EL CAMBIO EN EL FÚTBOL. Nuestros mayores.

Domingo  /  09 de Octubre, 2022

Hace pocos días paseaba por un parque cercano a casa y me topé con un señor mayor sentado en un banco el cual parecía que se hablaba solo. Me acerqué despacio por si necesitaba algo y me respondió: “el fútbol ya no es igual ni tan siquiera en el barrio”. En clara referencia a unos adolescentes que golpeaban la pelota.

Le pregunté a qué se refería, qué quería decir con ello, y empezamos una agradable conversación. Agradable por aquello de escuchar a un sabio de la vida, un hombre mayor lleno de experiencias y anécdotas que le habían ocurrido a lo largo de los años. Las exponía con nostalgia, pero también con la rabia de pensar que no todos los cambios son para mejor.

Uno de los temas de conversación era el fútbol. Señalaba cómo había cambiado con la televisión, todos los partidos eran retransmitidos y antes solamente uno, los domingos por la noche. Los horarios, pasando de las cinco de la tarde del domingo a tener en la actualidad partidos los viernes por la noche, los domingos a la hora de comer e incluso lo lunes. Me preguntaba, “¿esto es evolución?, ¿todo esto es para avanzar? O simplemente es un negocio a costa de lo que sea”. Difícil respuesta.

Metidos en harina, mostraba su desacuerdo con el VAR. Primero porque no tenía claro que mejorase el arbitraje y, si mejoraba, él entendía que esos errores formaban parte del partido, que la tecnología era contraria al fútbol. Comentaba: “a este paso, terminarán arbitrando robots, no harán falta ni los árbitros”.

Tampoco compartía el calendario de competiciones que hay en la actualidad (copa, supercopa, liga de naciones…); creía que es también por dinero. Explicaba que a los jugadores-as los van a convertir en máquinas y que, con tanto campeonato, se pierde el verdadero interés por su desarrollo. Indicaba… “a los pobres chicos-as los van a dejar para la basura tal y como los explotan jugando cada tres días”.

Pero no solamente comentaba aspectos del fútbol profesional, sino también del “callejero”. Apuntaba que antes se jugaba en la calle sin molestar a nadie, colocando la ropa de postes y a darle a la pelota. “Ahora, basta que pongan un cartel donde diga que no se puede impactar al balón contra la pared, para que sea el lugar elegido por los chavales-as para darle patadas al balón”. Precisamente lo que estaban haciendo los jóvenes allí presentes.

Interesante punto de vista de este señor que invita a la reflexión sobre el fútbol, desde la práctica de los-as más jóvenes a los-as profesionales. 

  • ¿Vamos por el camino correcto en la educación de nuestros hijos-as? 
  • ¿Los educamos en valores generados a través del deporte?
  • ¿En la educación por el entendimiento y cumplimiento de las normas?
  • ¿Por instruirles a generar diversión si perder la educación?
  • ¿El fútbol actual es el que queremos?
  • ¿Hemos perdido el punto nostálgico a nuestros colores por un puñado de euros?
  • ¿Todo vale bajo el argumento de que el fútbol actual genera puestos de trabajo?
  • ¿Estamos satisfechos-as como educadores de nuestros hijos-as y aficionados-as del fútbol con lo que hacemos?

Para mí hay un aspecto positivo en todo esto, que fue, y es, escuchar a nuestros-as mayores llenos-as de sabiduría. Esas personas que te explican con pasión y sentimiento esas vivencias y anécdotas que no siempre vienen en los libros. Y que, al ser mayores, muchas veces se ven apartados-as e ignorados-as.  Fue un auténtico placer charlar con él. 

Os animo a practicar con las personas mayores la empatía y escucha activa a través de la conversación.