DISFRUTA DE LO QUE HACES

Domingo  /  05 de Septiembre, 2021

Llevamos más de un año con la pandemia y lo que ello supone (a estas alturas entiendo que no es necesario entrar en detalles). Teniendo en cuenta esta situación y que, como consecuencia de ello, el año pasado no pudimos disfrutar en condiciones de unas merecidas vacaciones, este verano, aun con restricciones y la lógica prudencia, se antojaban si cabe más necesarias que en periodos veraniegos anteriores.

Las opciones son variadas: monte, playa… Al igual que las fechas a disfrutar: junio, julio o agosto, que suelen ser los meses tradicionalmente estivales por estos lugares de la geografía. A estas alturas del calendario, buena parte de nuestras vacaciones están agotadas, nos han servido para cargar pilas, desconectar de la rutina, realizar actividades que normalmente no hacemos o simplemente descansar, que no es poco.

Terminadas las vacaciones y con las baterías a tope, afrontamos un nuevo curso y retomamos nuestra actividad. Volver a la dinámica diaria en muchas ocasiones nos produce pereza, genera vagancia, incluso podemos aburrimos. Pero si queremos podemos darle la vuelta a la situación. Y es aquí donde quiero reflexionar. Propongo divertirnos cada día, cada semana, sacar lo mejor de nosotros-as.

Para ello, ¿qué queremos hacer? ¿Con qué disfrutamos? ¿Practicando deporte, pintando, leyendo, tocando algún instrumento, cantando, cocinando, desarrollando un proyecto nuevo, colaborando con alguna organización, estudiando, bailando, etc.? Da igual si la actividad es creativa o física, individual o colectiva, la que nos guste.

Realizar alguna actividad que nos genere interés es síntoma de disfrutar, de mantenernos en alerta, activos, vivos, en definitiva, estamos en estado de Flow (o estado de fluidez). Nos pasa cuando permanecemos tan inmersos-as en una ocupación que parece que el tiempo vuela y disfrutamos de cada segundo que pasa. Estamos tan concentrados-as en ella que nos olvidamos de lo que ocurre a nuestro alrededor y no deseamos que ese instante acabe.

Independientemente de cuál sea la actividad y su complejidad, nos sentimos seguros-as realizándola, no pensamos ni nos preocupa tan siquiera no ser capaces de hacerla. Estamos confiados-as y disfrutamos.

En estas circunstancias, es evidente pensar que cuantas más actividades que nos generen disfrute realicemos, mejor nos sentiremos con nosotros-as mismos-as y, en consecuencia, aumentamos y/o reforzamos la autoconfianza y autoestima.

Todos-as podemos experimentar un mayor disfrute de nuestra vida, de potenciar el estado de Flow, es cuestión de decidir qué queremos hacer y ponernos a ello. Ahora, después de las vacaciones, tenemos una excelente oportunidad de generarlo. ¡Ánimo!